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Por: Entrevista Carla Ingus, Portal Terra
Las cifras así lo ratifican, cuando sale el sol y mejora el tiempo hay quienes se atreven a materializar una decisión que desde antes habían tomado: suicidarse. ¿Una contradicción? Aquí te contamos las causas
A pocos días de que comience la primavera, es normal ver a las personas más contentas, con mayor facilidad para levantarse en las mañanas e iniciar el día. Sin embargo, es paradójicamente en esta misma estación del año donde aumenta la tasa de suicidios.
El índice de suicidios entre los jóvenes, se ha triplicado en los últimos 30 años y es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 y 24 años de edad y la sexta causa de muerte, para los de entre 5 y 14 años, según revela Esther Morales León, sicóloga de la Universidad Católica. La experta analiza el por qué es en esta estación cuando se ve notoriamente aumentado el número de quienes materializan esta decisión.
¿Cuáles son las causas?
-Generalmente existen personas que arrastran cuadros depresivos no tratados, con fuertes síntomas de irritabilidad, angustia, desánimo, alteraciones en el sueño y el apetito, pensamientos negativos, desesperación y sufrimiento interno, llegando a generar un pensamiento suicida durante el invierno, sin embargo, durante la primavera, con el aumento de la radiación solar, tienen la energía para llegar a concretar el acto suicida. A veces también existe una situación gatillante, ejemplo cesantía, ruptura de pareja, que acelera una decisión ya tomada.
¿En quienes se da mayoritariamente hombres o mujeres?
-Las mujeres realizan más intentos de suicidio, en una proporción cuatro veces mayor a la de los hombres, sin embargo, los hombres concretan el suicidio, en una proporción tres veces mayor.
En ellos la proporción es máxima después de los 45 años, y en ellas después de los 55.
Los hombres buscan métodos más violentos y seguros como ahorcamiento, disparo con arma de fuego, lanzarse desde la altura o a vehículos en movimiento. Las mujeres usan medios menos letales, como sobredosis de fármacos, con lo cual logran salvarse. A pesar de que las mujeres se deprimen más que los hombres, ellas están más concientes de sus emociones, buscan más la ayuda terapéutica, tiene más redes de apoyo, como amigas, por ejemplo, y socialmente deben cumplir más roles que las motivan a salir adelante, por lo cual claramente se suicidan menos que los hombres.
Cuáles son las señales de alerta, vale decir, cómo podemos detectar que alguien podría eventualmente llegar a tomar una acción así?
-El riesgo de suicidio aumenta fuertemente en personas que padecen depresión o trastorno bipolar, en quienes padecen de alcoholismo o drogadicción, en los que han perdido a un ser querido, en caso de una ruptura o decepción amorosa, fracaso académico en jóvenes, la pérdida del trabajo, quiebra económica, diagnóstico de
enfermedad grave o terminal.
¿Se da en esta época también un aumento en las depresiones?
-No necesariamente, pero detrás de un suicidio generalmente hay un cuadro depresivo agravado y no tratado.
¿Todos somos potenciales suicidas o hay tipos de personalidades con mayores tendencias?
-Chile en estos momentos tiene altas tasas de depresión y como sabemos existe una clara relación entre este trastorno y el suicidio, por lo cual
tratar una depresión en etapas tempranas, contribuye a prevenir este riesgo. Según las estadísticas, casi el 95% de los pacientes que se suicidan o intentan suicidarse, tienen un trastorno mental, diagnosticado o no. Los trastornos depresivos forman el 80% de este perfil, la esquizofrenia el 10% y la demencia o el delirio el 5%. Entre las personas afectadas mentalmente, el 25% también son dependientes del alcohol.
Dicen que una persona toma la decisión de quitarse la vida no da pie
atrás, vale decir, si no lo logra lo intentará nuevamente, ¿es efectivo?
-Un intento de suicidio es igualmente fuerte para la propia persona, así como para su entorno más cercano, si se realiza una intervención médico-psicológica y social que implique diagnóstico y tratamiento inmediato, la persona disminuye el riesgo de realizar un nuevo intento. Es importante que la persona a partir de ese momento, sea vigilada de cerca por familiares o amigos, movilizando una red de apoyo.
Cómo diferenciar un intento de suicidio real de uno que persigue llamar la atención?
-Quien intenta suicidarse realmente, está haciendo un urgente pedido de ayuda a su entorno, llamar la atención a través de un acto de autoagresión, constituye un llamado de alerta, una situación de riesgo que debe ser atendida, iniciando de inmediato una terapia psicológica y un tratamiento psiquiátrico en base a psicofármacos, además de la creación de redes de apoyo familiar y social.