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ASOCIACION INTERHEMISFERICA – UN CEREBRO PARA EL TERCER MILENIO
Esther Morales – Psicóloga Clínica y Educacional
Nuestro cerebro es la computadora central de nuestro cuerpo, cien mil millones de células especializadas, que a través de una conexión bioeléctrica, son las encargadas de todas las funciones de nuestro cuerpo, desde las más básicas hasta las más complejas.
Después de muchos estudios científicos, se ha concluido que tenemos en realidad dos cerebros en uno, representados en ambos hemisferios cerebrales, cada cual con funciones diferentes y específicas. El hemisferio izquierdo es el encargado del aspecto intelectual, lógico racional, del lenguaje, la escritura, lectura, cálculo y el hemisferio derecho está relacionado con la intuición, las emociones, los sentimientos, lo espacial, la imaginación, el arte, los sueños. Podríamos decir entonces, que el lado derecho del cerebro es femenino o yin y el izquierdo masculino o yang.
Si bien ambos hemisferios funcionan en conjunto, nuestra cultura desde que somos pequeños, educa las capacidades y funciones izquierdas, no así las derechas. Un 85% de la población es diestra, esto quiere decir que ocupa en forma predominante, su hemisferio izquierdo masculino.
Indicadores de ello a nivel global, son obviamente el desarrollo científico y tecnológico de nuestra era, el avance del mercado, las máquinas, la computación, la deshumanización de nuestras sociedades, el dominio del hombre hacia la mujer, la codicia, el hambre, las guerras y la depredación de la Naturaleza.
La ciencia humana se ha dedicado durante muchos años a investigar, no precisamente acerca de los sentimientos y el alma, millones de libros ahora concentrados en la red internet, muestran el conocimiento acumulado en las funciones izquierdas, en los colegios enseñamos al cerebro lógico y no al emocional, en nuestro país se ha llegado a suspender en la educación escolar, los ramos artísticos de música, dibujo y a disminuir las clases de educación física, lo cual considero una aberración.
En mi rol de terapeuta, he descubierto que el desequilibrio de muchos de mis pacientes, proviene de vivir predominantemente desde uno de sus cerebros, siendo muy mentales y racionales o demasiado emocionales y afectivos, características que veo reflejadas en hombres y mujeres, respectivamente. Los hombres sufren por su exceso de racionalidad y las mujeres por su exceso de emocionalidad. Ello, además de provocar mucha dificultad para entender los códigos del otro, ocasiona desencuentros y conflictos de pareja, genera enfermedades psicosomáticas o físicas en ambos sexos.
Muchas personas además, tienen claro cuales son sus problemas, pero no saben como resolverlos, de allí que a nivel terapéutico las técnicas que resultan más eficientes, más que hablar, tienen que ver con funciones del cerebro derecho, con sentir, identificar en el cuerpo las emociones, realizar imaginería, trabajar el contenido inconsciente con hipnosis, limpiar traumas desde la infancia y la regresión a vidas pasadas. Actualmente la Terapia EMDR, un procedimiento de avanzada, basado en las neurociencias, armoniza los hemisferios, abre memorias, libera traumas, equilibra los aspectos mental, emocional y corporal.
Confundimos el ser profundo y esencial – nuestra alma, con la mente, que gobernada por el ego, nos llena de pensamientos a veces contradictorios y sólo nos altera. Además tener más conocimientos, no nos garantiza que seamos mejores personas. Todas las respuestas están dentro de nosotros, nuestro ser es sabio, inteligente y profundo. El desafío para el tercer milenio, es conocer y potenciar nuestro cerebro derecho, y lograr un equilibrio con el izquierdo, a través de una asociación interhemisférica.
Todos juntos seremos capaces de construir un mundo mejor, si desarrollamos todos los aspectos de nuestra inteligencia emocional, primero debemos partir por la relación con nosotros mismos, a través querernos, aceptarnos como somos, valorarnos, aumentar los comportamientos de autocuidado y protección, que parten desde comer sano, tomar agua, evitar sustancias tóxicas como el cigarro, alcohol y drogas, hasta el desarrollo del pensamiento positivo, optimismo, conexión con nuestro ser interno y espiritualidad. En la relación con otros, el respeto, la tolerancia y la compasión son fundamentales. Una actitud empática, nos permite ponernos en el lugar del otro, entenderlo y respetarlo, todos somos diferentes y que bueno que así sea, el alma no tiene color, sólo nuestra piel.
A nivel global, creo que algún día las Naciones Unidas será una verdadera unidad de naciones, donde estarán representados todos los pueblos del planeta y su diversidad, los líderes serán personas sabias, íntegras, con profundos valores humanos que mirarán el Planeta y a la Humanidad como un todo orgánico, lo cual significa que siempre beneficiará al todo, el bienestar de las partes. En los últimos tiempos, el ingreso de mujeres al mundo del poder político y de las finanzas, es una esperanza de renovación, así como el interés por el aspecto ecológico o ambiental, una nueva toma de conciencia, que nos permite salir de la mirada antropocéntrica, para generar los cambios necesarios en la Tierra, nuestro hogar común, compartido con muchas especies.
Es hora de que las cosas cambien, ya hemos pensado mucho, ahora necesitamos sentir.
Mientras los cambios globales se manifiestan, comienza por tí, si uno de nosotros cambia, la mente colectiva incorpora ese cambio y la Humanidad ya no será la misma.
Tu equilibrio y crecimiento personal, tiene que ver con el uso combinado y armonioso de ambos hemisferios cerebrales.
EJERCICIO SUGERIDO
Sentado o acostado, respira profundo y relaja tu cuerpo primero por delante, luego por detrás, nombra cada parte mientras las vas relajando, reconoce y ama a esa perfecta y maravillosa creación que es tu cuerpo, el vehículo terreno de tu alma inmortal, de tu espíritu divino, promete cuidarlo y respetarlo, todos los días que te restan de vida.
Sube a tu cabeza, siente su pulsación, al inspirar y expirar libera pensamientos y emociones que te dañan, cansancio mental, estrés, tu apego a lo negativo del pasado, el miedo al futuro, sólo cuentas tú y el momento presente.
Ahora, concentra tu atención en el cerebro izquierdo, luego en el derecho, nota si hay diferencias, saca tus propias conclusiones, activa conscientemente las conexiones celulares nerviosas, una bioelectridad recorre todo el entramado neuronal, desplaza energía desde el lado derecho al izquierdo y viceversa, equilibra ambos potenciales, calibra tu instrumento. A partir de la base del cráneo, desplaza esta activación energética por toda la columna, hasta el coxis.
Si recibes algún color expándelo y si lo prefieres, imagina el turquesa o el azul fuerte, llenando toda tu cabeza, la zona del tercer ojo y la columna, ellos son colores de alta vibración, que te conectan con la intuición y la conciencia de divinidad. Termina con un suave masaje rotatorio en el cuero cabelludo, con las yemas de los dedos de ambas manos, relájate y descansa.
Expande conscientemente la energía que rodea todo tu cuerpo, siéntete liviano, eres un ser maravilloso y por algo estás en la Tierra, en este momento de su evolución.